Por las calles de Provenza, la Feria de las Flores también emociona, el es don Luis y su historia está llena de anécdotas, de orgullo por las flores Santa Elena.
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Con 70 años y el alma llena de flores, este hombre ha dedicado su vida a cultivar y vender lo más bello de su tierra. Desde 1970 lleva entre sus manos los colores de la historia silletera y desde hace dos décadas, es parte del paisaje del Poblado, vendiendo sus flores.
“Esta es la herencia que me dejó mi papá, vender maticas, y yo soy feliz vendiendo las matas y voy para adelante, a mí no me da pereza de nada, yo me levanto a las 3 de la mañana y me dicen: ¿usted para dónde va? A trabajar, a mí no me da pereza”, manifestó Luis Gilberto Hincapié, vendedor de flores.
Pero en Feria de las Flores, don Luis no solo vende flores, desfila con ellas en el alma, camina por Provenza llevando una tradición que no se marchita. Este año, los comerciantes del sector se unieron para apoyarlo en la creación de su silleta, reconociendo en él el espíritu vivo de la feria.
“Todos me ayudaron, el viejito no se queda sin la silletica, yo me mantengo muy contento aquí”, expresó.
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Don Luis es más que un vendedor, es memoria, es herencia, es el alma campesina que florece con orgullo.
