El Consejo de Estado condenó en segunda instancia al Ejército por el asesinato de un recolector de hoja de coca en el municipio de Anorí, hechos que ocurrieron hace 19 años. De acuerdo con la investigación, el campesino fue engañado por los militares para luego ser fusilado y presentado como baja en combate.
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Era un sábado 7 de enero de 2007, Hugo Alberto Arango Galeano, en compañía de un amigo, fue citado por el Ejército a la vereda La Montañita de Anorí para hacerle entrega de productos para el raspado de hoja de coca. Eran conocidos como raspachines, fueron engañados por hombres del Ejército para mostrar resultados operacionales, fue asesinado a fusil.
“Hugo Galeano era un joven raspachín de la región de Anorí que junto a un compañero de labores fue citado por efectivos del batallón Bomboná a una cita que a la postre terminó siendo emboscada en la que los ejecutaron limpiamente, arbitrariamente sin ninguna razón”, manifestó Javier Villegas Posada, abogado apoderado de la familia de la víctima.
Su acompañante, sobreviviente al ataque, logró huir malherido al casco urbano para pedir auxilio. En la escena del crimen hallaron casquillos calibre 5.56, correspondientes a fusiles de la fuerza pública. En ese entonces, el Ejército justificó que la muerte de Hugo Alberto se produjo por combate.
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Han pasado 19 años y en primera instancia, el Tribunal Administrativo de Antioquia condenó al Ejército, la entidad apeló la decisión, sin embargo, en segunda instancia, el Consejo de Estado ratificó la condena cerrando un capítulo de dolor de una familia.
“El fallo proferido por el Consejo de Estado ratifica que Hugo Alberto fue víctima de un falso positivo y que su ejecución vulnera derechos fundamentales y es una violación gravísima al Derecho Internacional Humanitario y violación gravísima a los derechos humanos”, agregó Villegas.
Los militares que participaron en la muerte extrajudicial del campesino se acogieron a la JEP, por su parte la familia está a la espera una reparación integral del Estado por su responsabilidad.