Al llegar las 8 de la noche de este jueves, la Policía encendió las sirenas. Acompañaron el cierre de los negocios y el viaje de quienes en una carrera contra reloj buscaban llegar a casa en el nororiente de la ciudad.
Al avanzar la noche, era notable que muchos ya estaban resguardados, mientras otros, sin importar las consecuencias, decidieron seguir desafiando a un virus que no tiene compasión.
Las autoridades se han desplegado por todo el Valle de Aburrá para velar por el cumplimiento de las restricciones. Sin embargo, en esta crisis la consciencia y el cuidado depende de cada uno y no de un policía.
Hasta el próximo lunes 19 de abril a las 5 de la mañana, regirán el toque de queda y la ley seca, medidas que buscan salvaguardar la vida y ganarle la batalla al Covid-19.
