Bogotá, 14 may (EFE).- La delegación negociadora del Gobierno colombiano, encabezada por Humberto de la Calle, partió hoy a La Habana con la urgencia de alcanzar un acuerdo en materia agraria con las FARC, en la novena ronda del proceso de paz, que el próximo 19 de mayo cumplirá seis meses.
De la Calle y la delegación del Gobierno partieron desde el aeropuerto militar de Catam (Bogotá) hacia las 10.00 hora local (15.00 GMT) con rumbo a la isla caribeña, donde están los delegados de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
La delegación del Gobierno parte con el mandato del presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, de lograr un acuerdo en materia agraria, el primer punto de la agenda del que los negociadores aún no han salido.
Y es que el Gobierno y las FARC se sentaron para negociar un acuerdo de paz en La Habana hace ya medio año, el 19 de noviembre, y desde entonces solo han discutido sobre el problema agrario.
De la Calle calificó al término de la octava ronda de conversaciones como "insuficiente" el ritmo de las conversaciones, e hizo así explícito la incomodidad y nerviosismo de sectores del Gobierno y la sociedad colombiana ante el estancamiento de un proceso que Santos dijo al inicio que debía ser de meses, y no años.
Pese a esta incomodidad, Jesús Santrich, uno de los negociadores de las FARC también dijo, al término del octavo ciclo, que Colombia conocería los acuerdos alcanzados en materia agraria a mediados de mayo, por lo que se espera que en esta ocasión, sí se anuncie el acuerdo.
En caso de que se concrete el entendimiento en materia agraria, las dos delegaciones pasarán a despachar el segundo punto de la agenda, el que se refiere a las garantías políticas para el ejercicio de la oposición política para los guerrilleros.
De hecho y tras ver frustradas en varias ocasiones las expectativas de acuerdo, el debate en Colombia ya hace semanas que dejó atrás el problema de la tierra.
La opinión pública debate ahora sobre la participación de los miembros de la guerrilla en las instituciones una vez alcanzado el hipotético acuerdo de paz y los mecanismos de justicia transicional que se aplicarían a los guerrilleros desmovilizados.
A parte de la urgencia, esta novena ronda también se ve marcada por una escalada militar del Ejército, que mató el pasado 4 de mayo a Leonidas Zambrano Cardozo, alias "Caliche", comandante de la columna móvil Jacobo Arenas de las FARC y uno de los hombres más cercanos a "Pablo Catatumbo", que se unió recientemente a la mesa en Cuba.