Con los desmanes de anoche en el interior del estadio Atanasio Girardot, los comerciantes dicen que se ha vuelto un paisaje e incluso ya un movimiento coordinado y aprendido el cerrar rápidamente y entrar sillas, mesas y otros elementos de sus mobiliarios. Aunque con la situación de anoche no hubo daños físicos, sí les preocupa la seguridad y piden refuerzo en los controles.
“¿Cómo es posible que hay unos muchachos con navaja dentro del estadio?, ¿cuáles son los controles que aplican en los torniquetes para que estos muchachos ingresen machetes y navajas?. Que haya una requisa minuciosa que eso es la seguridad tanto para ellos, para el hincha que está dentro como el comerciante aquí afuera”, manifestó Enrique Arroyave, comerciante.
Este tipo de hechos no solo pone en riesgo la seguridad sino la integridad económica, pues, cerrando antes de tiempo pierden la producción en comida, pedidos y preocupa sobre todo las sanciones que pueda tener el escenario deportivo, pues tendría incidencia directa en las ventas.
“Claro porque nosotros vivimos de esto, nosotros vivimos es del estadio, si no hay ventas qué vamos a hacer para uno pagar arriendo, para uno pagar servicios”, señaló Bernardo, comerciante.
Muchos hoy no abrieron sus negocios y están a la espera de qué pasará para los próximos encuentros deportivos, sustentos no sólo del deporte sino de sus familias.