Como el primer paso para llegar a un Acuerdo de Cooperación Económica entre Japón y Colombia, fue calificado el convenio para la Promoción y Protección Recíproca de Inversiones que se firmó ayer entre estos dos gobiernos.
El logro, hace parte de los objetivos propuestos por el presidente Juan Manuel Santos en su visita oficial a ese país asiático, en el que además espera gestionar el ingreso de Colombia a la zona Asia-Pacífico y promover la inversión extranjera.
Este acuerdo “era un objetivo y además un paso para continuar con el estudio y negociación de un Acuerdo de Cooperación Económica, (…) que además garantiza un entorno seguro y estable a los inversionistas de nuestras dos naciones, y facilita sus negocios”, expresó Santos una vez finalizó el acto protocolario.
Al respecto, el ministro de Comercio, Industria y Turismo, Sergio Díaz-Granados, informó que ambos países adelantarán un estudio conjunto para el Acuerdo de Asociación Económica, que venían negociando hace mucho tiempo para promover las inversiones.
“Este es un acuerdo que nos ayuda a construir más argumentos para que un país como Japón, que tiene un buen inventario de oportunidades en materia de inversión, vea en nuestro país, un claro destino”.
Ventajas y desventajas
Al respecto, Adriana Roldán, coordinadora académica del Centro de Estudios Asia-Pacífico de la Universidad Eafit, explicó que los japoneses entienden los tratados de libre comercio como acuerdos de asociación económica que van más allá de la libre movilidad de bienes y servicios. “Para los japoneses es muy importante el tema de cooperación, porque ellos tradicionalmente son los grandes cooperantes del mundo, pues destinan un porcentaje importante de su capital a la ayuda oficial al desarrollo”.
Debido a esto, Roldán asegura que Colombia podría beneficiarse de la ayuda que Japón le asigna a otros países y adicionalmente, pese al déficit comercial que mantiene con este país (pocas exportaciones), podría encontrar una oportunidad grande de entrar a ese mercado, que a su vez implica tener productos de valores agregados y competitivos para el consumidor japonés.
En cuanto a las desventajas, la analista sugiere que la principal sería el déficit de exportaciones, ya que “Japón nos envía vehículos y electrodomésticos, y nosotros básicamente en un 70% les exportamos café”.
Frente a esta situación, Ricardo Bonilla, coordinador del Observatorio de Coyuntura Socioeconómica de la Universidad Nacional, expresó que las relaciones comerciales con Japón son débiles, pues en general solo le compran a Colombia café y esmeraldas, por lo que dice que el interés de Colombia en ese país, es ampliar la oferta exportadora y asimilar tecnología.
Asimismo, Bonilla explicó que en la actualidad toda la cooperación internacional se ha venido reduciendo por la crisis mundial y los pocos recursos, y además, “a Colombia ya no se le considera tan pobre, por eso no es que a Colombia le vaya a llegar mucha plata por ese lado”.
Los retos
Mauricio Alviar, director del Centro de Estudios Económicos de la Universidad de Antioquia, dijo que por el desarrollo de los mercados asiáticos son potenciales socios comerciales frente a la tendencia de diversificar los mercados y no depender de dos socios como ha sido tradicionalmente en Colombia que han sido ee.uu y Venezuela. Hay que mirar hacia el Asia-Pacífico además porque Colombia tiene ventajas de cercanía si se compara con otros países, por el pacifico por buenaventura.
La importancia de esos mercados es innegable, por eso el reto de los productores colombianos es aumentar la competitividad y dar un salto a la exportación de productos con valor agregado así estén basados en productos naturales.“Tienen que buscar oportunidades en sectores que no sean transables como el turismo, es decir, atraer turistas en condiciones de modernidad y de diversidad, es una ventaja que hay que aprovechar y ha sido bastante inexplorada, como la biotecnología.
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