En Kazo, Japón, recibieron a los integrantes de la Selección Colombia de lucha con el tradicional respeto de la cultura nipona. Los luchadores nacionales hicieron parte del convenio de intercambio entre el país asiático y el Comité Olímpico Colombiano.
El intercambio permitió que los luchadores colombianos conocieran a parte del desarrollo deportivo parte de la cultura japonesa. El antioqueño Carlos Muñoz aprendió un poco de la milenaria caligrafía, pero también le devolvió algo a los pequeños de Kazo.
Los luchadores colombianos se midieron ante algunos de los japoneses que son potencia. Esa experiencia los motiva a volver a Tokio el próximo año pero ya clasificados a los Juegos Olímpicos.
Carlos Muñoz y el resto de la Selección Colombia de lucha esperan aplicar todo lo aprendido cuando viajen a Argentina entre el 18 y el 21 de abril para el Campeonato Panamericano de la disciplina.