[Comentario de LACalle] Cerca de 27 mil personas prestan a diario en el Valle del Aburrá el servicio de taxi, opción de transporte público con el más alto índice de aceptación por parte de la ciudadanía, según la encuesta Medellín cómo vamos.
En la sola Medellín hay cerca de 20 mil taxistas.
Este domingo 3 de julio miles de taxistas de esta ciudad se congregaron en torno del orgullo que el significado de su trabajo les permite sentir.
Y tal orgullo lo comparten con ellos todos los que prestan el servicio de transporte público, llámese bus, Metro, muy pronto Metroplús y en el futuro ya muy cercano, el legendario tranvía.
El taxista puede ser símbolo del nivel de confianza que una ciudad puede darles a sus ciudadanos y de acogida que puede brindar a sus visitantes.
Uno pone en manos del taxista su seguridad cuando sube a su taxi. Hay un acuerdo tácito y hermoso de respeto mutuo cuando la puerta se abre, y taxímetro y confianza han de encenderse al mismo tiempo.
En el modo del taxista prestar su servicio, un visitante empieza a temerle a la ciudad o a confiar en ella, a armarse de prejuicios… o a enamorarse.
