El 2019 fue un año lleno de retos migratorios para Colombia y en especial para Medellín, pues la situación en Venezuela no mejora y son más ciudadanos de este país los que llegan a vivir a Antioquia.
De los 139.000 venezolanos que han ingresado a Antioquia 86.000 viven en Medellín, el 72 % están regularizados y gracias al permiso especial de permanencia pueden acceder a la oferta de la ciudad. Sin embargo, este año 47 han sido deportados y 14 expulsados del territorio antioqueño.
Pero los venezolanos no son los únicos inmigrantes. Al ser Antioquia un corredor estratégico para el Golfo de Urabá y Panamá, en el territorio transitan ciudadanos de Bangladés, India, Pakistán, Afganistán, Nepal y de Sri Lanka, así como del continente africano.
En lo corrido de este 2019, a 15.300 de estos ciudadanos extra continentales se les ha entregado el documento de tránsito. Sin embargo, 1.166 han sido deportados por incumplimiento de la normatividad migratoria.
Cuando se realiza una deportación, el país debe asumir los costos. Tres millones y medio cuesta la deportación de venezolanos y 25 millones la de los asiáticos o africanos.