Según el registro de la Alcaldía de Medellín, en la ciudad existen 119, inmuebles de ellos 90 conjuntos residenciales, los que están pendientes de renovar el permiso para poder mantener instalados cerramientos como son mallas o muros. La revisión de esas licencias es liderada desde el Concejo de la ciudad y funcionarios del municipio.
Medellín comenzó a definir un protocolo para establecer si varias unidades residenciales y empresas que están apropiadas de espació público con cerramientos, por contratos firmados hace años y que ya se vencieron tienen o no que levantar las mallas o muros.
Aduciendo problemas de seguridad, pero también por la imposibilidad de administraciones pasadas de cuidar ciertas zonas, fueron el argumento principal para firmar los contratos que permitieron a esas empresas y urbanizaciones administrar los espacios públicos con cerramientos.
La Secretaría de Seguridad de Medellín tendrá la tarea de evaluar las condiciones de seguridad de los inmuebles y con base en eso definirá si deben o no remover las mallas y muros.