Ahora comer en la plazoleta de comidas del Centro Comercial Camino Real, será diferente. Un acrílico dividirá a los comensales y un elemento verde o rojo indicará si la mesa está desinfectada o no. Solo habrá un ingreso a la zona.
Aunque pasarán de atender de 600 personas por día a solo 145, es una esperanza para los restaurantes, pues muchos, podrán nuevamente contratar al personal que despidieron al inicio de la pandemia.
Y también significa que quienes no iban porque estaban cerrados, ahora podrán sentarse a comer y conversar, así sea con limitaciones. En Medellín hay cerca de 6.000 establecimientos gastronómicos y en el Valle de Aburrá este tipo de negocios generan unos 90.000 empleos.