El presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, quien asumió su mandato en una ceremonia oficial celebrada en el capitolio, en los últimos días ha sido exonerado de los cargos penales que enfrentaba.
Este hecho lo convierte en el primer mandatario de la historia del país en haber llegado al poder mientras enfrentaba múltiples imputaciones judiciales.
En los 78 cargos, se encontraban acusaciones de soborno y presión a funcionarios públicos, así como retención no autorizada de documentos clasificados y conspiración para anular el resultado de los comicios de 2020, que perdió ante Joe Biden.
Sin embargo, uno de los más relevantes fue el pago de 130.000 USD a la actriz de cine para adultos Stormy Daniels, previo a las elecciones presidenciales de 2016.
Este caso en particular cobró notoriedad al tratarse de un presunto intento de silencio, frente a las declaraciones de Daniels sobre un supuesto encuentro íntimo entre ambos, e incluso el involucramiento de su abogado Michael Dean Cohen para el pago del dinero, hecho que la actriz reconoció públicamente.
Pese a que las pruebas presentadas en contra de Donald Trump eran sólidas y suficientes para sostener una condena, el Departamento de Justicia señaló que, de no haber quedado como presidente, Donald Trump habría enfrentado una sentencia judicial activa, por lo que su nueva condición como mandatario electo hasta 2029 ha blindado legalmente su posición, planteando un panorama desafiante para el sistema judicial y democrático estadounidense.
Pese a que el caso genera controversia para algunos, para varios expertos la independencia del poder político es creíble y confiable dentro del marco de las leyes y principios constitucionales.
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