Ciudad del Vaticano, 7 mar (EFE).- Cuatro días después de comenzar las reuniones preparatoria del cónclave que elegirá al sucesor de Benedicto XVI, los cardenales siguen sin fijar la fecha, mientras continúa la preparación de la capilla Sixtina y se ha retirado el gran escudo del papa emérito de los Jardines Vaticanos.
Hoy, los cardenales celebraron la quinta congregación general, a la que asistieron 152 prelados de los 207 que conforman el Colegio Cardenalicio.
De esos 152, 114 eran electores, es decir los que al tener menos de 80 podrán entrar en la capilla Sixtina para designar al próximo papa, según establece la normativa de la Iglesia.
Los cardenales electores son 115, pero aún falta en la Santa Sede el vietnamita Jean Baptiste Pham Minh Man, cuya llegada se espera para primeras horas de mañana, según el portavoz vaticano, Federico Lombardi.
Lombardi señaló que durante la reunión, en la que intervinieron 16 cardenales, no se adoptó ninguna decisión sobre la fecha del cónclave y todo da a entender que en la segunda sesión prevista para hoy tampoco se fije.
Reiteró que los cardenales "no tienen prisa" por establecer la fecha de inicio del cónclave, se están tomando su tiempo y prefieren prepararlo de manera "seria y en profundidad" antes que convocarlo precipitadamente.
Según observadores vaticanos, numerosos cardenales no italianos, sobre todo los estadounidenses, quieren conocer en profundidad qué hay de verdad en el escándalo Vatileak (la publicación de documentos que desvelaron intrigas y enfrentamientos en la curia vaticana, dominada sobre todo por italianos) antes de entrar en la Sixtina.
Otros cardenales, de acuerdo con esas fuentes, desearían por el contrario comenzar lo antes posible, ante la eventualidad de que estos días puedan estallar nuevos escándalos de abusos o de supuesta corrupción que echen fango sobre los prelados.
Algunos cardenales, como el alemán Walter Kasper, han afirmado que antes de entrar en el cónclave es necesario que se conozcan más entre ellos, ya que muchos nunca se han visto.
Lombardi manifestó hoy que "es obvio" que en estos días de reuniones los cardenales quisieran saber el funcionamiento de la curia y estén interesados en conocer el Vatileaks, y añadió que no hay que extrañarse ni sacar de contexto ese interés.
En la reunión de hoy hablaron los cardenales responsables de las finanzas y del patrimonio de la Santa Sede (Giuseppe Versaldi, presidente de la Prefectura de Asuntos Económicos; Domenico Calcagno, presidente de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica, y Giuseppe Bertello, presidente de la Gobernación), que informaron del estado patrimonial y económico.
La Constitución Apostólica "Pastor Bonus" sobre la curia romana establece que durante la Sede Vacante (tiempo que transcurre desde que un papa fallece o renuncia y hasta que se elige al sucesor) el camarlengo debe informar al Colegio Cardenalicio sobre el estado patrimonial y económico de la Santa Sede, y eso es lo que hicieron hoy los tres purpurados.
Los temas tratados durante la reunión versaron una vez más, precisó Lombardi, sobre la evangelización, la relación de los dicasterios de la curia romana con los episcopados y el perfil que debe tener el futuro pontífice.
Asimismo, informó de los trabajos de acondicionamiento de la capilla Sixtina para el cónclave, donde los empleados del servicio técnico vaticano colocaron ya las tarimas para elevar el suelo y dejarlo todo al mismo nivel, taparon las ventanas de pasillos cercanos al recinto y comenzaron a instalar las dos estufas que se usarán para las votaciones y anunciar al mundo que hay nuevo papa.
En fechas próximas se procederá a instalar los instrumentos que permitan el "barrido electrónico" de la Sixtina para garantizar el secreto del cónclave.
Jardineros vaticanos también procedieron a borrar el gran escudo de Benedicto XVI creado con plantas en los Jardines Vaticanos y que es visible desde la cúpula de la basílica vaticana.
Cuando haya nuevo pontífice, se procederá a poner en ese lugar el escudo que haya elegido, como es tradición.
En esta jornada, el cardenal Angelo Sodano, en nombre del Colegio Cardenalicio, envió un telegrama de pésame al vicepresidente de Venezuela, Nicolás Maduro, por el fallecimiento del presidente Hugo Chávez.
El cardenal arzobispo de Caracas, Jorge Urosa Savino, que participa en estas reuniones preparatorias del cónclave, oficiará mañana, viernes, en la Iglesia de Santa Maria ai Monti de Roma, una misa funeral por Chávez, a la que están invitados los venezolanos residentes en Roma.