Con las investigaciones de la Fiscalía se habría logrado determinar que los integrantes de la organización criminal conocida como Mar Azul, tenían nexos con carteles mexicanos, la llamada Oficina de Envigado y el Clan del Golfo.
Según las autoridades, 9 de los 10 integrantes de la red delincuencial delinquían en Medellín, Cartagena, Turbaco y Bogotá. Una persona más lo hacía desde la cárcel.
De acuerdo con las investigaciones, estas personas, bajo el mando de alias Patrón, traficaban con Clorhidrato de Cocaína, estupefaciente que era llevado desde el interior del país hasta la costa atlántica para ser comercializado en pequeñas dosis, y llevarla hasta países como Honduras, Guatemala, Costa Rica, República Dominicana, Holanda, Bélgica, Eslovenia y Canadá.
Un subintendente de la Policía, que había sido trasladado a Medellín en 2018, sería quien coordinaba y hacía los contactos en terminales aéreas y puertos para pasar los estupefacientes sin complicaciones.
Las labores del ente investigador evidenciaron que un exdiputado de San Andrés Islas, sería quien coordinaba la logística del trasporte aéreo o marítimo valiéndose de la confianza que le daban miembros de la fuerza pública para facilitar el ingreso de la mercancía ilegal a la isla y despacharla a su destino final en Centroamérica.
A los capturados se les imputó cargos por los delitos de concierto para delinquir agravado y tráfico, fabricación o porte de estupefacientes y se les impuso medida de aseguramiento carcelaria.