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En un golpe contundente contra el crimen organizado, las autoridades colombianas lograron la captura del capo italiano Massimo Gigliotti, considerado como uno de los líderes más prominentes de la 'Ndrangheta, la poderosa mafia de la región de Calabria, al sur de Italia.
La operación culminó con la detención de Gigliotti en el piso 10 del lujoso edificio Altos del Limón, ubicado en el norte de Barranquilla.
El apartamento, valuado en 1400 millones de pesos, servía como su escondite en una ciudad donde sus constantes movimientos y múltiples identidades lo mantenían elusivo para las autoridades locales.
Las investigaciones revelaron que Gigliotti operaba en Colombia desde 2018, moviéndose estratégicamente entre Santa Marta, Barranquilla y Cartagena.
En Santa Marta, negociaba droga por armas con paramilitares, mientras supervisaba embarques en Barranquilla y Cartagena. Para pasar desapercibido, adoptaba un perfil bajo, utilizando servicios de Uber y vehículos de baja gama.
El capo italiano, conocido por su discreción, frecuentaba restaurantes y prostíbulos locales. Su preferencia por prostitutas de origen africano era notable, participando en encuentros de varios días. Su seguridad estaba respaldada por la banda criminal de alias 'Castor'.
Gigliotti, sucesor del famoso capo Rocco Morabito, había establecido una red de tráfico de drogas en Milán antes de escapar a Colombia en un intento de evadir a las autoridades italianas. Su destreza para traficar y eludir la captura le valieron la posición de fiel discípulo de Morabito.
La captura de Gigliotti ha generado preocupación entre las autoridades italianas, quienes temen un plan de fuga por parte de la 'Ndrangheta. Las autoridades colombianas han sido instadas a garantizar una rápida extradición para enfrentar la justicia italiana.
