Cuando el Deportivo Independiente Medellín pisa el césped, no lo hace solo, lo acompaña una sinfonía de corazones latiendo al mismo ritmo. Voces, tambores y canciones que no solo animan, narran la historia de un amor profundo, rojo y eterno.
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‘Grita el pueblo’ de Alfredo Gutiérrez, que estremece como un himno de batalla, una canción que desde 1985 acompaña al equipo y sus hinchas.
Gabriel Romero con su ‘Glorioso DIM’ nos recuerda que el amor verdadero no depende de triunfos.
‘El Matador’ de La Murga del Indigente es más que una canción, un grito de guerra poderoso que vibra en las tribunas cuando juega el Medellín. Con su fuerza, tambores y letras cargadas de pasión.
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Melodías icónicas que han acompañado al equipo durante su historia, canciones que resisten en el tiempo y en un día como desde la música, declaran su amor.
