En la cancha de Llanaditas, en Enciso, se realizó una obra que deja a todos maravillados, une el muralismo, el deporte y el encuentro ciudadano.
El fútbol y el arte tienen un vínculo que parece indivisible, pues un bonito gol puede ser como una pintura de Picasso, o una canción para relatar la pasión de un pueblo por su equipo.
Esta es la nueva cara de la cancha de Llanaditas, en la comuna 8 de Medellín. Los pinceles se abrieron al arte para llenar de emoción las tarde de juegos de los niños.
La intervención la hizo la Fundación Pintuco como parte de su proyecto “Pintemos Un Mundo Más Bonito”. Antony Duque, artista del sector, pintó la obra junto con la comunidad, que eligió un colibrí como parte de su diseño.
Los habitantes de Llanaditas están felices y no es para menos, esta gran obra mide 315 mts2 y se convierte en un símbolo de unión.
Esta se convierte en la octava cancha intervenida por la Fundación Pintuco en el Valle de Aburrá y la número 20 en Colombia, que demuestra la comunicación entre el arte y el deporte.