Una de las mayores virtudes a desarrollar del ser humano es la paciencia, esa que los niños del Baby Ajedrez ponen en práctica en este Festival, como la de Camilo Zapata que se inició en esta disciplina por sugerencia de una tía.
“Empecé cuando mi tía Lina, cuando yo tenía cuatro años, ella tenía un ajedrez y lo veía como un juego bonito y de mesa, y como no soy tanto de correr y de deportes físicos dije que no estaría mal, y empecé a jugar con ella todas las noches”.
Va para tres años practicando ajedrez y desde entonces su habilidad y estrategia mejorar en su concentración para no perder la partida.
“Es cuestión de pensar, por ejemplo, el otro me va hacer una jugada dura entonces no me puedo poner de inquieto, de acelerado porque puedo cometer un error, un error grave que me puede llevar al final de la partida”.
En el Baby Ajedrez que terminó el fin de semana, a diferencia de otros deportes, participaron niños hasta 15 años, y en el caso de Camilo con diez. Cada uno pudo disputar siete partidas en el juego de la agilidad mental.
