El café es una de las bebidas más consumidas en el mundo y, por consiguiente, su cultivo es uno de los más valorados en los países ecuatoriales, donde crece la planta.
A pesar de que los cultivos de esta planta son bastante delicados, el cambio climático se ha convertido en una amenaza aún mayor para el negocio y los agricultores.
Para que esta planta crezca en buen estado y su fruto se desarrolle con buena calidad y sin riesgos, necesita condiciones climáticas específicas, como una temperatura templada y un nivel de lluvia determinado.
Estos factores se están viendo alterados debido al aumento de las temperaturas causado por el cambio climático. En muchas zonas donde se cultivaba café, ya no es posible hacerlo.
Además, el Banco Interamericano de Desarrollo, advirtió que “el aumento de las temperaturas reducirá el área apta para el cultivo de café hasta en un 50 %”.
Para mantener el negocio y salvar los cultivos, científicos de Starbucks han estado investigando durante más de 10 años diferentes tipos de plantas con el objetivo de desarrollar una variedad que pueda resistir las condiciones del calentamiento global.
Han seleccionado seis variedades de esta plántula, las cuales comenzaron a sembrar en Costa Rica, en una de las fincas aliadas a su negocio, para evaluar su comportamiento y determinar cuál sería la ideal para enfrentar los cambios que sufre el planeta.
