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De generación en generación se transmitió el amor por el fútbol en la familia Castrillón Gómez, cumplir con el sueño de su padre y seguir con los pasos de su hermano Venji, fueron las motivaciones para que Bryan Castrillón construyera sus primeros pinos en este deporte.
De niño soñaba con llegar a ser futbolista profesional y jugar en el equipo de sus amores, el Independiente Medellín. Para él cualquier lugar era un espacio adecuado para jugar con sus amigos en el barrio Limonar 2 y a sus siete años llegó hacer parte de las divisiones menores del Envigado.
La motivación siempre llegaba desde la tribuna, su mamá Rosalba lo acompañó en todos los torneos y en las versiones 98 y 99 del Pony Fútbol no fue la excepción. El amor y orgullo son los sentimientos que despierta su mamá cada vez que lo ve entrar al campo de juego.
Bryan Castrillón ve ahora reflejado todo el trabajo duro y sacrificios que hizo desde pequeño. Recibió su primer llamado al micro ciclo de la Selección Colombia Sub 20, donde intentará lograr un cupo para ir al Mundial de Polonia 2019.
