Comercio, autos y fe: la historia del barrio Corazón de Jesús, más conocido como Barrio Triste.
Cuando se habla del sector donde arman un carro desde cero, entre tuercas, grasa y motores, de inmediato viene a la mente el nombre Barrio Triste. Sin embargo, pocos saben que este famoso rincón del centro de Medellín tiene un nombre oficial: Corazón de Jesús.
Este barrio, ubicado entre las avenidas Regional y Ferrocarril y las calles San Juan y Colombia, mezcla comercio, transporte y religión en una sola historia urbana que ha resistido el paso del tiempo y la modernización de la ciudad.
Pese a lo popular que es la expresión Barrio Triste, el nombre original del sector es Corazón de Jesús, título que proviene de la parroquia que se erige en su corazón, una joya de la arquitectura neogótica diseñada en 1923 por el belga Agustín Goovaerts.
En las calles de este barrio aún se conserva la herencia de su pasado: casas antiguas, similares a las de otros sectores tradicionales como Colón y Colombia, conviven con talleres de mecánica y repuestos que hoy son el alma comercial del lugar.
Más allá del nombre nostálgico, el ambiente en Barrio Triste es todo menos melancólico. La cafetería Fontibón, frente a la iglesia, es un punto de encuentro para quienes trabajan entre herramientas y aceite.
La escultura El Mecánico, obra de Justo Arosemena, da la bienvenida a un entorno donde los carros clásicos y las autopartes conviven con historias de décadas.
El origen del nombre popular tiene versiones de todo tipo. Algunos cuentan que fue un extranjero llamado Trieste quien inspiró el nombre; otros creen que fue un visitante conmovido por la precariedad que vio en el lugar. Sin embargo, quienes viven y trabajan allí coinciden: “No tiene nada de triste trabajar en este barrio”.
A pesar del paso del tiempo y la transformación urbana de Medellín, este barrio conserva su esencia entre autos, historia y café. Y aunque su nombre verdadero sea Corazón de Jesús, para muchos siempre será el icónico Barrio Triste.