En el barrio Suramericana, los seguidores de la Selección estaban positivos aunque también jugaban con la mente en los otros partidos, por eso el tempranero gol de Ecuador frente a Argentina les dio la primera alegría. Así terminó el primer tiempo y la fe seguía intacta para rematar el partido.
Al comenzar la segunda mitad, el corazón se posó fijamente en Lima y el pensamiento viajó de Quito a Sao Paulo donde Brasil empezó a hacer su tarea y otra vez los colombianos a celebrar de cuenta de los aliados.
Pero era el turno de festejar por cuenta propia y James recordó que es él y sus compañeros los encargados de esta tarea.
Los nervios regresaron con el gol de Perú y estuvieron hasta faltando 2 minutos, ahí el triunfo de Venezuela contra Paraguay y la goleada de Brasil frente a Chile, hicieron del empate un resultado ideal con el que se pactó la clasificación directa de Colombia y el cupo a la repesca para los incas, trato que fue avalado por los hinchas desde la distancia.