Sobre las 7:30 de la noche los habitantes del edificio Atavanza, Suroccidente de Medellín, sintieron un fuerte movimiento en la tierra, que era un movimiento en masa en una de las laderas de la unidad, cercana a la piscina y el salón social.
Sobre las 11:20 de la noche, unidades del Dagrd llegaron al sector para verificar los daños, que dejaron hasta una baranda de la calle de enfrente desplomada a causa de la fuerza de los escombros y la tierra.
El sitio donde se presentó el talud fue cerrado por completo, situación que sorprendió a más de un habitante del sector que no pudo llegar a la casa.
El temor de los habitantes del sector se apoderó y algunos decidieron evacuar, de forma voluntaria, pues las autoridades por el momento no consideran una evacuación preventiva.
Unidades de bomberos y el Dagrd estuvieron toda la noche monitoreando el lugar que a causa de las lluvias podría presentar más deslizamientos.
Al llegar la mañana, la sorpresa fue mayor para quienes salían a trabajar y se encontraron con el cierre en el sector, donde se presentó el talud; otros, como Daniela Zapata, habitante de Atavanza, quien llegaba de trabajar, se encontró con la sorpresa de no poder ingresar a su unidad.
El temor de los habitantes de Atavanza es que se ordene una evacuación preventiva si la piscina llegase a desfondarse, por considerar que es lo más posible luego de un estudio que los mismos copropietarios pagaron en 2015.
Las autoridades continúan monitoreando la zona y algunos expertos aseguran que se debe tratar de vaciar la piscina para evitar el colapso de la misma.
