Según el balance preliminar realizado por la Policía Metropolitana, la Semana Santa transcurrió en completa normalidad. En general el comportamiento ciudadano fue bueno durante los días santos y en los días en que aplicó el toque de queda nocturno luego de las seis de la tarde.
En general los principales problemas fueron riñas, violencia intrafamiliar y alteraciones a la tranquilidad focalizados en algunos sectores.
Fueron cerca de 5.500 uniformados desplegados en todo el Área Metropolitana realizando controles en centros comerciales, terminales de transporte, el aeropuerto local y en unos 158 templos religiosos.