Con la llegada de la temporada seca se facilita la aparición de avispas y abejas, razón por lo que las autoridades hacen un llamado a no perturbar el hábitat de estos polinizadores en peligro de extinción y vitales para los ecosistemas.
Durante 2020 el Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres, de Medellín, atendió 275 casos de incidentes por ataques de abejas. Durante este año los casos han sido 24.
La temporada seca y el tipo de flores características de la ciudad hacen que el territorio sea más atractivo y estimula la reproducción de abejas. Al igual que otros animales, estas cuentan con un mecanismo de defensa cuando se sienten atacadas.
En el ecosistema, las abejas y avispas cumplen funciones ecológicas que facilitan la polinización entre las plantas, por lo que no se recomienda el uso de químicos que pongan en riesgos su reproducción y preservación.