Debido a la reforma tributaria aprobada en el año 2022, los llamados "impuestos saludables" entrarán en vigencia a partir del primero de noviembre.
Con esta estrategia, el Gobierno Nacional busca tributar y reducir las presiones sobre el sistema de salud. Como resultado, algunos productos experimentarán un aumento escalonado en sus precios debido a los impuestos que deberán pagar.
En primer lugar, se verán afectadas las bebidas azucaradas y carbonatadas, como las gaseosas, así como las bebidas a base de malta, los productos derivados del té y el café, los refrescos, los zumos, las bebidas energizantes y las aguas saborizadas.
Estos productos verán aumentado su valor en función del contenido de azúcar en gramos por cada cien mililitros. Las bebidas que contengan entre 6 gramos y 10 gramos de azúcar pagarán $18 pesos por cada 100 mililitros, mientras que aquellas con más de 10 gramos de azúcares añadidos deberán pagar un monto de $35.
Esto significa que, dependiendo del contenido de azúcar, una gaseosa de litro y medio podría costar hasta 270 pesos más.
Además, otros productos que experimentarán aumentos son los relacionados con la confitería, galletería, pastelería, panadería y los embutidos, a excepción del salchichón, la mortadela y la butifarra.
Estas medidas son bien recibidas por instituciones como la Organización Panamericana de la Salud, que argumenta que este tipo de políticas generan ingresos fiscales y reducen los costos asociados con la atención médica.
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