La contingencia del COVID-19 ya genera efectos adversos en la salud de los colombianos. Entre marzo y abril muchas personas cambiaron sus hábitos diarios y con ellos los horarios de dormir, produciendo trastornos del sueño.
Según la EPS Medimás en el último mes ha brindado 1.314 atenciones asociadas a la cuarentena, es decir, aumentaron en 25 % las citas por problemas al dormir.
El problema radica, según expertos en que muchas personas están perdiendo la luz solar de la mañana, por despertar tarde. Esta luz es vital para que el cerebro pueda saber que dentro de 12 o 14 horas llegará el momento de dormir.
Aunque muchos no lo crean, las cargas en los hogares aumentaron con las labores del trabajo, las actividades académicas de los niños y los quehaceres. Esto también produjo estrés y ansiedad.
Los trastornos del sueño no solo afectan la salud mental sino también la física. El insomnio destruye neuronas y afecta el metabolismo causando mayor riesgo cardiovascular, hipertensión, diabetes y enfermedad renal.
