El 7 de febrero del 2003, a las 8:15 de la noche, un carro bomba terminaba con las vidas de 36 personas y marcaba con terror la historia de una ciudad y un país. 200 kilogramos de dinamita fueron detonados en el Club el Nogal, al norte de Bogotá, atentado que horas después se adjudicarían las FARC.

Aproximadamente 600 personas se encontraban esa noche de viernes en el que es uno de los clubes más exclusivos del país. Reuniones de amigos, de negocios y una presentación artística de un grupo de niños convocaban a las personas en el lugar.

198 personas heridas, muros reducidos a escombros y un incendio de gran magnitud, convirtieron a la carrera Séptima en un corredor de ambulancias y máquinas de bomberos.

Las FARC justificaron en su momento, que el atentado se llevó a cabo debido a la presencia constante de funcionarios del Gobierno en el Club, que además sostenían reuniones con miembros de las AUC.

«Ahí se encontraban todos los jugadores, ese era como el campo de Batalla, FARC-EP, AUC y Estado, todos los jugadores estaban ahí, estaban jugando y nosotros estábamos sirviendo casi de pelotas ahí para todo el mundo», así lo relató una víctima del atentado a la Comisión de la Verdad.

Si bien no hay pruebas que sostengan que El Nogal hubiera sido sede de dichos encuentros, El Consejo de Estado condenó a la Nación por el atentado.

El alto tribunal consideró que las instalaciones del Club se estaban usando por parte de funcionarios del Gobierno como espacios con fines institucionales e incluso residenciales, pues se comprobó la presencia constante en las noches de la entonces Ministra de Defensa.

Si bien, esto no justifica la acción de la guerrilla, se consideró como una exposición innecesaria por parte del Gobierno hacia la población civil.

Perdón por atentado al Club El Nogal

Hace un año exactamente, el 07 de febrero del 2022, el excombatiente Rodrigo Londoño, pidió perdón por el atentado.

"El atentado en el Club El Nogal, ocurrido el 7 de febrero de 2003, fue un acto atroz que jamás debió haber ocurrido. Como último Comandante en Jefe de las desaparecidas FARC-EP lamento profundamente este hecho que sólo trajo dolor injustificable".

20 años después de la tragedia las víctimas continúan esperando la verdad sobre el atentado.

"Aún me sigo preguntando por lo que pasó en el club. Soy curiosa y siempre he querido entender por qué nos pusieron la bomba. En ese proceso encuentro una verdad oculta", Bertha Lucía Fries, victima del atentado.

A pesar de que en la edificación ya no quedan rastros de los trágicos hechos, desde el Club El Nogal aún recuerdan los momentos de horros y las decenas de victimas que el hecho dejó.