Esperanza y alegría, es lo que siente doña Celia después de recibir la vacuna contra el covid-19, Fueron muchos días de incertidumbre y soledad por estar lejos de los suyos a causa de la pandemia, pero hoy renace la ilusión.
Ni el tiempo, ni la edad y mucho menos la pandemia ha podido separar a esta pareja de eternos enamorados que también esperaban con ansia la inmunización y así pasar tal vez los que pueden ser sus últimos años disfrutando del cariño y el respeto que aún sienten el uno por el otro.
En otro lado de este inmenso albergue que por años ha recibido aquellos que solo quieren pasar su vejez en la mitad de la primavera y lejos del bullicio, nos encontramos con don, un hombre de 90 años que tiene la energía como uno 20 y que esperaba recibir la vacuna porque dice que aún desea tiempo para disfrutar a sus hijos.
En muchos de ellos se puede notar en sus ojos el cansancio de la vida, pero al mismo tiempo las ganas de seguir adelante porqué siguen siendo padres, abuelos y hermanos tienen en muchas cosas una familia que los esperanza y que harían hasta lo imposible por mantenerlos con vida, ellos son los rostros de la esperanza, la madurez y la resiliencia, hombres y mujeres con cabellos de plata y corazón de Oro que hoy renacen como la primavera gracias a la vacuna. Una caricia de Dios Aplicada por un Ángel.