Son 60 mil metros cúbicos de tierra a lo largo de medio kilómetro, que marcaron la zona de tragedia en Bello. Desde arriba se ve como el agua convirtió la tierra en una bola de lodo que se llevó y sepultó 21 viviendas.
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En el costado izquierdo hay desolación y en el derecho la comunidad que, incansablemente, busca en medio del lodo y tierra con la esperanza de hallar personas con vida o, al menos, rescatar los cuerpos de los desaparecidos.
Algunos, solos, con su pala y pica, buscan a sus parientes en medio de la tragedia.
“Me he sumado a esta búsqueda porque todavía estamos tratando de encontrar personas que aun están desaparecidas por acá viví muchos años, en este momento estoy viviendo en el municipio de Itagüí, pero desde allá me vine a ayudar con la búsqueda”, indicó Cristian Rodríguez, voluntario.
El lavado de la montaña comenzó desde un punto en Altos de Oriente y se deslizó hasta el sector El Pinar donde quedaron sepultadas hasta ahora 16 personas y buscan a ocho desaparecidas.
En esta tragedia la fuerza de la montaña se llevó casi todo un barrio.
“Sabemos que hay casas que fueron cubiertas con sus habitantes y sus integrantes al 100 %, allí no habría de pronto quien reportara la desaparición. El Dagran, a través del Área Metropolitana, nos ha permitido tener una visualización clara de la cantidad de viviendas que posiblemente fueron afectadas, hablamos de unas 21 casas entonces, es un proceso que estamos haciendo de realmente contabilizar las personas desaparecidas”, indicó Lorena González, alcaldesa de Bello.
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Damnificados permanecen en la zona buscando. El Siata instaló una alarma que sonará en caso de amenaza de otro deslizamiento.
