Llegando las cinco de la tarde el caos se apoderó de la ciudad. El toque de queda comenzó puntual y cogió a más de uno fuera de su casa.
A pocos minutos de las cinco de la tarde muchos seguían corriendo, algunos saliendo del trabajo y con anhelos de llegar a casa, pero otros afanado queriendo salir de la ciudad a pesar de que la recomendación era quedarse en casa.
El caos se apoderó de las vías y, a partir de las tres de la tarde, la Secretaría de Movilidad comenzó a anunciar en sus redes sociales que vías como Las Vegas, la glorieta de la Aguacatala, La Regional, la avenida a Las Palmas y algunas otras estaban colapsadas o con movilidad reducida.
y una vez más demostramos que dejamos todo para última hora, pero el toque de queda sí llegó muy puntualito y cogió a más de uno con el corazón acelerado por saber que no estaban obrando bien y de otro montón que entre rabia y desesperación desearía tener alas para llegar rápido a sus destinos.
El transporte público no fue la excepción, pues las estaciones del Metro y los buses estaban con su cupo al límite y, por supuesto, la disponibilidad de taxis se iba agotando.
Como era de esperarse las salidas de la ciudad se llenaron de aquellos que decidieron, a pesar de que el covid sea una amenaza para la salud, salir a vivir la semana mayor fuera de la ciudad.
Mientras que muchos otros juicios se quedaron en casa viviendo esta semana de reflexión y esperando no ser contagiados por esos que no atacaron recomendaciones.