Son un grupo de esposas de los oficiales de policía que en Medellín cumplen con una gran misión al ayudar a las familias y los uniformados que más lo necesitan por medio de una fundación.
Esta fundación sin ánimo de lucro busca que las familias de las personas pertenecientes a esta institución puedan tener algo de tranquilidad en las situaciones difíciles que puedan presentarse.
Pertenecer a la policía conlleva riesgos que de una forma u otra impactan en el diario vivir de sus familias.
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No obstante, en el Valle de Aburrá en la actualidad están en servicio en la policía cerca de 9.500 uniformados.