John Jairo Areiza era líder e integrante de la junta de acción comunal de la vereda La Molina del municipio de Briceño. Regresó a la finca para darle alimento a los animales, después de estar desplazado en el casco urbano, pero no pudo volver a salir del territorio. Fue hallado muerto en la vereda El Roblal con impactos de arma de fuego.
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“Un muchacho trabajador, de familia cafetera y que tenía unos animales en la vereda El Roblal, donde se había ido a darle vuelta, a suministrarle agua y posteriormente no volvió aparecer, se prendieron las alarmas, las alertas, y es ahí donde desafortunadamente ya el cuerpo fue hallado sin vida y eso es algo muy preocupante”, manifestó Noé Espinosa, alcalde de Briceño, Antioquia.
La muerte de este líder comunal ha elevado la tensión en la población campesina, que se rehúsa a retornar a sus territorios, y debido a que quiénes lo han hecho les ha tocado regresar al casco urbano.
La cifra de desplazados se mantiene en dos mil campesinos.
“Una situación muy preocupante fue que el día martes unas personas del corregimiento de Pueblo Nuevo se fueron para sus veredas por cuenta y voluntad propia, sin el concepto de seguridad y el día de ayer llegaron nuevamente desplazadas hacia la zona urbana porque ya había un actor armado en el territorio, personas armadas identificadas por del Clan del Golfo”, dijo el mandatario.
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El alcalde de Briceño manifestó su preocupación por la escasez de algunos alimentos como granos y proteínas por la capacidad desbordada para la atención humanitaria de los desplazados.
Situación similar enfrenta el municipio de Tarazá, donde en el coliseo municipal permanece hace un mes 138 desplazados que no han podido retornar a sus veredas.