Desde hace 26 años, Clara Inés Asprilla, entre hilos y agujas ha guiado su vida, con dedicación y puntada por puntada ella realiza estas prendas simbólicas dentro de la liturgia y su motivo de orgullo.
El trabajo de Clara es detallado, con cuidado y de tiempo, por ejemplo, hacer este ornamento de la virgen le puede tardar hasta dos meses.
Para Clara, sus bordados son verdaderas piezas de arte.