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De cara a la reapertura de los templos en el Valle de Aburrá, la Arquidiócesis de Medellín entregó detalles de los protocolos de bioseguridad que se implementarán en las parroquias. Algunos servicios pastorales se recomiendan que continúen de manera virtual hasta que se controle la pandemia, mientras que la celebración de matrimonios o funerales se permitirán con estrictos controles.
Con un aforo de máximo 50 personas, debidamente registradas y cumpliendo con el uso del tapabocas y la toma de temperatura, las parroquias del Valle de Aburrá podrán poner en marcha el protocolo de bioseguridad para reactivar gradualmente la presencialidad en los servicios pastorales y litúrgicos a partir de la segunda semana de septiembre.
Los menores de edad y los adultos mayores podrán participar de la celebración eucarística y demás ritos, conservando todos los cuidados.
Celebraciones como los matrimonios deberán contar con un número reducido de invitados, y los funerales, siempre y cuando no sea de personas que hayan fallecido a causa del Covid-19 tendrán que seguir los protocolos de distanciamiento que hasta ahora se han implementado.
Las celebraciones no tendrán un tiempo límite, aunque se recomienda que sean lo más ágil posible para evitar la aglomeración.
Para las reuniones de grupos pastorales, si lo amerita, la indicación es que sea en pequeños grupos y en un espacio amplio para garantizar el distanciamiento social.
Celebraciones como procesiones o primeras comuniones aún no podrán celebrarse y procesos como las catequesis se recomienda que continúen de manera virtual.
El contacto estrecho estará restringido sobre todo en momentos como la paz y se tendrá especial cuidado al acercarse a la comunión.
Se debe tener en cuenta, además, la rigurosa desinfección de los espacios, así como de todos los elementos litúrgicos que se utilicen dentro del templo.
