La manzana de la discordia en el Consejo de Ministros fue Armando Benedetti, presentado oficialmente como jefe de despacho del presidente Gustavo Petro. El polémico alto funcionario ha estado en el ojo del huracán por sus polémicas declaraciones y agarrones con Laura Sarabia durante todo este gobierno, pero siempre cae parado.
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Primero como embajador en Venezuela, luego como embajador de la FAO en Italia y ahora por encima de los mismos ministros, además escudado por el mismo primer mandatario que se hizo de oído sordos a los reclamos de sus miembros de gabinete.
“Aunque él no lo cree, no se ha dado cuenta, Benedetti tiene un toque de Jaime Bateman que es la magia. No es lo mismo un cachaco hacienda política que un costeño haciendo política”, dijo el presidente Gustavo Petro.
Y es que el silencio de Armando Benedetti le dio un triunfo ante sus colegas de gabinete, además dejó nuevamente sobre la mesa cuál es el poder que tiene sobre el presidente Gustavo Petro.
“Pues esa era una pregunta que era para la intimidad de Petro y Benedetti, tiene que haber alguna circunstancia que yo creo que es superior a ese cuento con el que ayer lo defendió diciendo que tenía derecho a una segunda oportunidad”, manifestó Ramiro Bejarano, abogado y analista político.
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Para los analistas, Benedetti ahora se convierte en la ficha clave de gobierno para el jefe de Estado.
“Benedetti ahora se convierte en el puente para poder hablar con el presidente, se convierte en el interlocutor del presidente con los medios, lo único que va a parar a Benedetti es una decisión judicial”, agregó Bejarano.
Hasta ahora, Armando Benedetti no se ha pronunciado ni por su nuevo cargo ni ante los cuestionamientos de sus compañeros de gabinete.
