Roberto Carlos Cortés es sinónimo de garra, amor por la camiseta, sentido de pertenencia. Es uno de los mayores referentes en toda la historia del independiente Medellín. Ganó títulos y hasta se tatuó el escudo del rojo.
"Choto" como todos lo conocen, soñó con continuar su carrera como entrenador en el rojo. Pero al final no fue lo que esperaba.Sin embargo, el ex lateral de la Selección Colombia, guarda una esperanza de poder dirigir al rojito como el mismo lo llama.
En los clásicos, cuando vestía la del poderoso, siempre tuvo que enfrentar a uno de sus antagonistas en la cancha, Víctor Hugo Aristizabal.
Ya retirado y queriendo seguir en el fútbol, pero esta vez desde la raya, "Choto" encontró en "Aristi", ese con el que tanto peleó en la cancha, el apoyo y la oportunidad de aprender y hacer sus primeros pinitos en la dirección técnica.
Hoy Choto dirige en la escuela de Aristigol, además es el técnico de la categoría donde actúa Emilio, el hijo del goleador de Nacional. Toda una demostración de que el fútbol deja más amistades que cualquier otra cosa.