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Con la ayuda de un tomógrafo, en el Jardín Botánico están examinando el estado de los árboles, para identificar las afectaciones y prevenir su pérdida total.
Con el objetivo de tener un control en la salud de los árboles, el Jardín Botánico desplegó un equipo para identificar las posibles afectaciones de los mismos.
Mediante las ondas provocadas por los sensores instalados directamente en el árbol, se identifica el grado de descomposición del árbol.
Finalmente, los árboles son intervenidos con materiales biodegradables para recuperar su fortaleza y que perdure su tiempo de vida.
Aunque el programa ha examinado el estado de algunos árboles dentro del Jardín Botánico, se espera que esos procesos se extiendan hasta los ejemplares de toda la ciudad.
