Varsovia, 20 nov (EFE).- El primer ministro polaco, Donald Tusk, dijo hoy que la detención de un hombre que pretendía atentar contra el jefe del Estado y el Parlamento por motivos antisemitas y xenófobos obliga a estar "atento" y "preparado" ante posibles amenazas, como la que en 2011 protagonizó en Noruega Anders Breivik.
Tusk pidió que se rebaje la tensión del debate político que marca las relaciones entre los diferentes partidos, donde se suceden las acusaciones y es habitual asistir a una dialéctica en ocasiones incendiaria, especialmente por parte de la formación ultranacionalista de Jaroslaw Kaczynski, principal fuerza de la oposición.
Según informó la fiscalía, el arrestado -un hombre de nacionalidad polaca, de 45 años, especializado en química y empleado de una escuela superior de Cracovia- pretendía atentar con explosivos contra el presidente polaco, Bronislaw Komorowski, y contra instituciones como el Parlamento y la sede del Gobierno.
"Además, había llevado a cabo el reconocimiento del barrio del Parlamento y este edificio iba a ser el blanco de uno de sus ataques", explicó el fiscal responsable del caso, Mariusz Krason, en una rueda de prensa en la que reveló que el plan consistía en atentar contra el congreso con una carga explosiva de cuatro toneladas colocada en un vehículo.
El sospechoso había comprado armas en Bélgica y tenía acceso a laboratorios universitarios donde podía reunir el material necesario para elaborar bombas, indicó la fiscalía.
Su pericia en la detonación de explosivos había quedado demostrada en varios ensayos que posteriormente grababa y que hoy fueron mostrados a la opinión pública.
En casa del arrestado se encontraron trinitrotolueno y otros materiales explosivos, además de detonadores vinculados a teléfonos móviles, armas de fuego, un chaleco antibalas y placas para vehículos.
"El sospechoso no pertenece a ningún grupo político o partido. Afirma que estaba actuando por motivos nacionalistas, antisemitas y xenófobos", señaló el fiscal Mariusz Krason.
De acuerdo con la fiscalía, el presunto terrorista habría intentado reclutar más partidarios para formarles y sumarlos a su causa.
De hecho, junto a él fueron arrestadas otras dos personas acusadas de posesión ilegal de armas y de materiales explosivos.
La radicalización de parte de la sociedad polaca quedó patente durante la celebración del día de la Independencia (el 11 de noviembre), cuando grupos de extrema derecha se enfrentaron violentamente a la policía y recordaron la fortaleza que todavía tienen estos extremismos en el país excomunista.