La pólvora para los animales es una tragedia. Lacy, una perrita que acompañó a su familia durante 9 años, falleció debido a los traumas provocados por la caída desde un octavo piso, en su huida por el pánico generado por las detonaciones. Otro canino que huía de manera descontrolada por el ruido de la pólvora y fue atropellado.
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“Y murió mientras era trasladada a atención veterinaria. La pólvora no es una tradición inofensiva, genera miedo, angustia, desesperación y cobra vidas, no usar la pólvora es un acto de amor con nuestros animales”, manifestó Elizabeth Coral, subsecretaria de Protección y Bienestar Animal de Medellín.
En el Parque de la Conservación, el balance, sin llegar a la mitad de diciembre, es fatal: una hembra chigüiro y su cría perdieron la vida, también una lora. Una situación que no se registraba hace varios años. En medio de su proceso de reproducción, serían una familia de cuatro individuos, ahora solo quedan dos ejemplares en el parque.
“En el caso de la hembra gestante era un animal bastante susceptible al estrés y a la especie como tal, los chigüiros son bastante susceptibles al estrés. Estamos en una zona de la ciudad donde alrededor hay barrios con bastante intensidad de pólvora durante las épocas de Navidad”, manifestó Carlos Andrés Madrid, líder de Bienestar Animal del Parque de la Conservación.
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Para espacios como el Parque de la Conservación es una tragedia, pues en la lucha por la protección y el cuidado de los animales que llegan aquí derivadas del tráfico o maltrato animal, buscan darles un espacio digno y procurar por un hábitat adecuado.