Fue el 25 de marzo del 2021 el momento en el que los residentes la urbanización Atavanza en el barrio Rodeo Alto, comenzaron a vivir el viacrucis por un derrumbe que puso en riesgo al conjunto.

Un muro de contención, que intentó ser una solución al deslizamiento que amenazaba con el colapso de la zona húmeda y el salón social de la urbanización, terminó siendo un problema mayor.

Pues el 25 de junio de 2022 este se desprendió y se convirtió en un riesgo tanto para el conjunto como para los transeúntes de la zona.

El muro de contención fue derribado por la constructora el 17 de julio del 2022, pero después de esto no ha habido más intervención en la montaña a pesar del riesgo permanente que representa.

El caso Atavanza llegó a los tribunales

El 14 de septiembre, la Superintendencia de Industria y Comercio emitió un fallo a favor de los habitantes de la Unidad Residencial Atavanza, quienes interpusieron una demanda en contra de la constructora Covin, con el propósito de que realice los trabajos de estabilización de los taludes y procesos estructurales en toda la copropiedad.

Sin embargo, la constructora apeló el fallo y la determinación de la solución al terreno, sería tomada en segunda instancia por el Tribunal Superior de Bogotá.

El fallo en segunda instancia determinó que sería la constructora la que deberá darle solución definitiva al movimiento en masa.

Será este 9 de febrero, la fecha en la cual la constructora deberá entregar los estudios y diseños de las obras para la estabilización del terreno, junto con un cronograma de desarrollo de la obras.