En las calles invisibles de Medellín, donde muchas veces solo quedan gestos esquivos y pasos apurados, una joven decidió quedarse para mirar, escuchar… y tender una mano. Su nombre es Andreita Moreno, y desde hace más de dos años se ha convertido en una luz de esperanza para mujeres que habitan las calles de la ciudad.
Con su talento, el arte de trenzar el cabello, ella se acerca a mujeres en situación de calle de la ciudad de Medellín para ofrecerles algo más que unas trenzas, un nuevo aspecto en su cabello o un cambio de look. Ella les da dignidad, escucha y confianza.
Gracias a su labor desinteresada muchas de estas mujeres atrapadas en adicciones, violencia y padecimientos de salud física, emocional y/o mental, han encontrado la fuerza para dar el primer paso hacia la rehabilitación de una manera voluntaria. Proceso lleno de subidas y bajadas en las que siempre está el apoyo de Andreita recordándoles el camino que hay por recorrer y las razones para hacerlo.
En este tiempo, ha descubierto talentos ocultos: mujeres que fueron modelos, artistas, líderes… ahora intentando volver a creer en sí mismas. Andreita solo sigue haciendo lo que sabe hacer, con una profunda convicción: que el arte puede sanar, que la empatía transforma, y que hasta en el lugar más oscuro, una trenza puede ser el comienzo de una nueva historia.