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Una vez más los Rodríguez Orejuela, capos del Cartel de Cali, son noticia. En esta ocasión, porque su hermana, Amparo, se entregó a las autoridades en el barrio Santa Mónica, en el norte de la capital del Valle, para pagar una condena que pesa en su contra por el delito de lavado de activos.
Amparo quedó en manos del Inpec, que la trasladará al pabellón de mujeres de la cárcel de Jamundí, para que comience a pugar la pena de 13 años de prisión que le dictó un juez de la República.
La mujer y su esposo, Alfonso Gil, fueron condenados por blanquear dineros del Cartel de Cali a través de empresas como Drogas La Rebaja.
Gilberto Rodríguez Orejuela, el mayor de los capos, murió en junio de 2022 en una cárcel de Estados Unidos, a donde había sido enviado para que respondiera por el envío de cocaína a ese país.
En contexto:
Miguel, su otro hermano, sigue preso en una prisión federal en Estados Unidos, donde paga 30 años de prisión.
