La sequía que afecta al Amazonas ha generado gran preocupación entre los ambientalistas, ya que los niveles de los ríos han disminuido de manera alarmante.
En la región amazónica brasileña, los afluentes han alcanzado niveles sorprendentemente bajos y las temperaturas han llegado a niveles preocupantes. Esta situación ha llevado a la muerte de cientos de delfines rosados y peces.
Hace unos días, en Manaos, la principal ciudad de la Amazonía brasileña, se informó que el río Negro, el segundo más grande de la región, ha alcanzado su nivel más bajo registrado en la historia.
Esta disminución drástica de los niveles de agua ha revelado algo inesperado para los habitantes de la región: rocas con figuras talladas en su superficie. Al parecer, el agua ocultaba una importante zona arqueológica, con grabados en roca que representan rostros humanos.
Beatriz Carneiro, historiadora y miembro del Instituto Brasileño de Patrimonio Histórico (IPHAN), ha afirmado que este sitio ha sido poco explorado por los científicos, pero que podría tener un "valor inestimable".
