Álvaro Velásquez es un milagro de vida, de 46 años, que permaneció en UCI 2 meses y medio a causa del Covid-19; un hombre que hoy le baila a la vida y agradece la nueva oportunidad que tiene para gozarla al máximo, por esto, regresar a la carnicería donde trabaja y donde piensa que se contagió es uno de sus grandes anhelos.
Después de haber hecho un viaje por el más allá, cada minuto se volvió sagrado para él y lo disfruta como si fuese el último.
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La impotencia de no poder ayudar a su hermano destrozaba todos los días el alma de su hermana, quien debía verlo atado de manos y pies en la UCI para no quitarse los medicamentos.
Álvaro, quien debió someterse a 3 intubaciones, una traqueotomía, una diálisis y una cirugía de pulmón, hoy conserva las cicatrices en su cuerpo, marcas de un guerrero que ganó una batalla que pensó que iba a perder.
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Y aunque todavía tiene problemas para caminar y le cuesta un poco hablar y lo único que tiene claro es que bailará al son que le ponga la vida de la mano de las personas que más ama.
