Aunque la mesa de fútbol, liderada por el Distrito de Medellín, avanza en fortalecer estrategias para que siempre se tenga fútbol en paz, especialmente en los clásicos antioqueños, las últimas conductas parecen no estar alineadas.
Actos como la celebración del técnico, Efraín Juárez, hacía los hinchas del DIM, como el gesto de felicidad de Brayan León por la expulsión de Álvaro Angulo y la de Edwin Cardona besando el escudo del nacional frente a la tribuna norte son muestra de los cuestionamientos.
“Una cosa es la pasión del fútbol, una cosa es cantar un gol, una cosa es celebrar un triunfo, pero yo jamás estaré de acuerdo en la provocación de un lado o de otro y menos cuando este tipo de cosas puede terminar puede terminar en un desastre o enfrentamiento entre personas”, dijo Federico Gutiérrez, alcalde de Medellín.
Para concejales del Distrito, los últimos acontecimientos en los clásicos paisas, donde los jugadores discuten o se provocan de manera acalorada, es un mal mensaje para la hinchada de ambos equipos.
“Es inadmisible que tanto los jugadores, los equipos, los mismos directivos sean los que mande un mal mensaje a la hinchada que está en su momento dolida porque perdió el Medellín o el Nacional y esto incita a la violencia”, señaló Alejandro de Bedout, concejal de Medellín.
“Es muy incómodo, muy desafortunado los hechos que se presentan y que toda vez tenemos que trabajar y medir y manejar esas situaciones emocionales en torno al fútbol y la pasión como es el deporte”, Juan Carlos de la Cuesta, concejal de Medellín.
Sí bien en el Distrito hay una política de paz en el fútbol que ha permitido que las hinchadas de Nacional y Medellín asistan a los clásicos, las autoridades insisten en que el ejemplo del fútbol en paz debe de ser para los actores involucrados.