El Cairo, 28 abr (EFE).- Al menos cuatro civiles murieron -dos mujeres y dos menores- por el impacto de un misil en la localidad de Tal Rifaat, 40 kilómetros al norte de Alepo, informó hoy el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
El grupo, con sede en Londres, precisó que la caída del proyectil, de tipo tierra-tierra, destruyó la pasada medianoche varias viviendas de esa población y causó un número indeterminado de heridos.
Entretanto, en la ciudad de Alepo, capital de la provincia homónima, los barrios de Hanano, Baadin y Al Hamdaniya fueron bombardeados esta mañana.
Además, se registran choques intensos entre las fuerzas del régimen y los rebeldes en el aeropuerto de Al Kueres, al noreste de esa localidad, donde los insurgentes tratan de irrumpir, agregó el Observatorio.
Ayer, el Ejército Libre Sirio (ELS) aseguró haber capturado varios puestos militares situados dentro del aeropuerto de Kueres.
En declaraciones a Efe vía internet, el portavoz de la Brigada Al Tauhid del ELS, Abu Faras, afirmó que los revolucionarios controlaron posiciones de batallones de la Defensa Aérea, donde se apoderaron de cañones de artillería y ametralladoras.
Mientras, en la provincia de Idleb, en el norte, también hay enfrentamientos entre los efectivos gubernamentales y los opositores en el aeropuerto castrense de Abu Zuhur, al este de la población de Saraqeb, que lleva rodeado por los combatientes de hace meses.
Según el Observatorio, al menos un rebelde falleció hoy en los choques, mientras que la opositora Comisión General de la Revolución Siria afirmó que al menos siete personas murieron en esos combates.
Los Comités de Coordinación Local destacaron que los insurgentes del ELS derribaron un avión militar, de tipo MiG, en ese aeropuerto.
Estas informaciones no han podido ser verificadas de forma independiente debido a las restricciones impuestas por el régimen de Damasco a los periodistas para trabajar.
El conflicto en Siria estalló en marzo de 2011 y ha causado la muerte de más de 70.000 personas y un éxodo de desplazados que supera ya los 2 millones, según datos de las Naciones Unidas.
