Un rinconcito del Piemonte italiano hizo de las montañas de Medellín su hogar. La industria, el paisaje y la gente antioqueña hicieron sentir al maestro Adolfo Podestá como en su Casetta.
El músico italiano llegó a Colombia en 1955 para integrar la Orquesta Sinfónica de Manizales, y un año después arribó a Medellín para participar en la primera Feria de las Flores, pero la dictadura de Rojas Pinilla cayó justo el día de la inauguración.
“Viajamos el 9 de mayo para empezar en el Club Medellín el primer baile de la Feria de las Flores, que no se pudo empezar, porque esa noche se cayó el gobierno y demoró unos tres o cuatro días, y la Feria de las Flores no pudo empezar”, contó Adolfo Podestá.
Aquel momento histórico lo hizo quedarse en Medellín más de lo esperado, y fue allí donde se enamoró de la "Ciudad de la Eterna Primavera", integró la orquesta Italian Jazz y en 1958 fundó el restaurante Piemonte, hoy llamado Podestá, el más longevo de la ciudad. A sus 95 años, todos los días toca el piano para sus comensales.
“Creo que la música y la comida en mi restaurante son dos manifestaciones que se casan muy bien. Aquí estoy, los espero, trataré de hacerlos pasar un rato ameno”, agregó.
Su legado es un testimonio de cómo la pasión por la música y la cocina puede construir puentes culturales y emocionales que perduran en el tiempo, porque Medellín ha sido y será la casa de quienes llegan para quedarse en el corazón inmenso de estas montañas.
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