Por aire y tierra, así vigila la Policía del Valle de Aburrá los alrededores de los colegios públicos de Medellín con el propósito de combatir la comercialización de sustancias alucinógenas y la instrumentalización de menores después de salir de clases.
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“Somos conscientes que con la terminación de la temporada vacacional y el regreso a clases, debemos prestar especial atención para evitar que los estudiantes sean inducidos al consumo de sustancias alucinógenas”, informó el general William Castaño, comandante de la Policía del Valle de Aburrá.
En los recorridos que comienza finalizada la jornada académica, también acompaña la Policía de Infancia y Adolescencia, el escuadrón de reacción motorizada y patrullas de investigación criminal, que con la capacidad de inteligencia, detectan aquellos expendedores de estupefacientes que se ubican a las afueras de los planteles educativos de las comunas y corregimientos.
“Estas intervenciones nos permiten dar resultados estratégicos para la seguridad, que incluye la recuperación de vehículos hurtados, incautación de armas de fuego, capturas por orden judicial y la recuperación de motocicletas vinculadas en hurtos”, agregó Castaño.
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Como parte de las intervenciones, la Policía Metropolitana ha incautado más de 11 mil dosis de marihuana, 9.00 mil pastillas clonazepam y 1.900 dosis de cocaína listas para ser comercializadas.
