En vivo
Dicen que los ojos son el espejo del alma, o al menos eso parece en los de doña Eliza, una mujer que se desempeña como librera hace 30 años en el centro comercial Popular del Libro y la Cultura y a quien el tapabocas, no le impidió reflejar la eterna felicidad por regresar a su lugar de trabajo.
Y es que después de 104 días de cierre temporal debido a la pandemia de coronavirus, este lugar ubicado en el pasaje la bastilla del centro de Medellín en el que las letras y las historias habitan, abrió nuevamente sus puertas y los medellinenses desde las horas de la mañana hicieron fila para ingresar y aunque la realidad que enfrentamos ahora implica protocolos como desinfectar sus zapatos y tomar su temperatura, esto no es impedimento para que los amantes de la literatura busquen nuevamente sus libros favoritos.
Más de 70 libreros de este lugar hacen parte de la cultura y el patrimonio de nuestra ciudad que nos invita a inundarnos con las letras y a no olvidar que como alguna vez dijo Gabriel García Márquez, “El mundo habrá acabado de joderse el día en que los hombres viajen en primera clase y la literatura, en el vagón de carga”.
